silencio jueves, Ago 8 2013 

el sagrado lugar

silencioso

donde se alumbra la palabra

sea preservado

resguardado

hasta que nazca nueva

verdadera

única de toda realidad

su necesario y secreto y pujante

derecho a ser

Terapias energéticas como afinación martes, Abr 23 2013 

Nuestro cuerpo, y en él nuestra personalidad externa, son el instrumento que nos ha sido dado. El alma, nuestro músico interior, ensaya melodías y armonías. Desde el secreto mundo de lo invisible y con la exacta medida que sólo Ella conoce, intenta decir su canción. Unica, necesaria, nueva de toda novedad. La personalidad externa, el yo pequeñito que vino a servir y obedecer, a veces pretende mandar. Depositaria de pautas milenarias recibidas a través de la educación y de los genes, teje y desteje en el cuerpo: sus inspiraciones y sus trabas, errores familiares, errores atávicos, saberes familiares y atávicos. Repite y repite escalas y acordes, que se graban en las células del cuerpo. Bien o mal? Se graban siempre bien, pero a veces nos desafinan. El alma necesita expresar su melodía, su armonía, su ritmo. Unicos, siempre recién nacidos y plenos de sentido. Sentido para qué? para quién?. Para al Gran Todo y el pequeño todo que se necesitan uno al otro para el canto.

«Todo fluye» decía Heráclito, «no nos bañamos dos veces en el mismo río». La personalidad miedosa, habitando en el miedoso cuerpo, teme a la novedad. Se enquista en nuestros órganos, se abroquela en los huesos. Se asegura escuchando voces ajenas, extrañas, que suenan muy seguras y autoritarias y siempre prometen. Escuchando consejos y promesas engañosos, a veces olvidamos prestar atención a nuestra alma. Cómo nos habla el alma?

El Dr. Edward Bach, gran iniciador de la terapia vibracional mediante las esencias florales, nos lo dice de una manera simple: el alma se expresa mediante la intuición, el instinto, deseos. Pequeños deseos a veces, como tomar otra taza de té, caminar porque sí bajo la luz del sol, ordenar nuestros objetos cotidianos. Nada complejo, ninguna complicada teoría: lo real se expresa con simplicidad. Sólo hay que escucharlo, estar atentos a nuestro presente. Y no permitir que nadie interfiera o nos desvíe. No es esto egoísmo?  En todo caso, un Egoísmo indispensable: seguir los dictados de nuestro Ego/Alma/Yo superior.

Sí somos egoístas cuando intentamos manipular a otros para que sigan nuestra voluntad. Porque así como deseamos la libertad, y tenemos derecho a ella, debemos estar atentos para respetarla en el otro. La codicia es uno de los defectos más graves según Bach. Y no sólo la codicia de lo material, sino la de poseer a otros, subordinar otras voluntades a nuestras «verdades» o caprichos. A veces lo hacemos «con la mejor intención», nuestra codicia se disfraza de amor, de generosidad; «queremos evitarle al otro sufrimientos, o pérdidas de tiempo». Le tiramos nuestras «verdades» y nuestros «bienes» a baldazos. Y esperamos por supuesto que nos lo agradezca, salga de su equivocación y siga «por el camino derecho». Y nos asombramos de que el otro quede atontado y tiritando si el agua estaba fría, o totalmente acomodado y dependiente de nosotros si el agua estaba tibiecita.

Cómo sería el trabajo de un buen afinador? Lo primero, buen oído y amorosa atención. Tratar de descubrir la verdad que está luchando por despejar el otro, sus «acordes fundamentales». A partir de esta comprensión, que para nada es intelectual sino más bien vital, sentida más allá de las palabras, ayudarle a rescatar su bien. Así el otro se va afinando, y de paso nosotros también, como en todo intercambio regido por la buena voluntad, el conocimiento y el amor.

Las esencias florales, el reiki, la música, el sonido terapéutico de los cuencos, la palabra inspirada: todos diferentes instrumentos de afinación. Para que el cuerpo y en él la personalidad externa puedan sentir y dejarse guiar por los sabios y bellos impulsos del alma. El proceso a veces es lento y laborioso para el que somete a él. Requiere paciencia y sinceridad, sobre todo consigo mismo. Y cómo se evalúa el progreso? Por sus frutos, también es simple y clara la evaluación. Sentimos ir subiendo en la escala de la alegría y la paz interior. Esto nos permite ir cumpliendo cada día con nuestros más profundos objetivos y no tanto con lo que «los demás» esperan de nosotros. Con humildad, sin vanagloriarnos por nada: tenemos paz y buena música para compartir. Sin mentiras, sin palabras repetidas para disfrazar nuestro ser. Recordando lo que comentaba no recuerdo qué gran hombre, «Lo que usted es habla tan fuerte que no me deja escuchar lo que me está diciendo». Se empieza a experimentar un estado de gratitud, que nos brilla adentro tan simplemente como la luz del sol. Y al ir cambiando, sin darnos cuenta, la polaridad de nuestros imanes, vamos atrayendo otras armonías. La orquesta interior va coordinando con otros músicos, con otra música. Otros prójimos van haciéndose lugar a nuestro alrededor, o en los ya conocidos otros tonos, otros matices  empiezan a brillar para nosotros. Fruto esencial de comprobación de si «vamos bien»: los otros, las afinidades. Aquí aflora la verdad (o la mentira) y la belleza (o fealdad, lo que «no suena bien»).

Platón decía «la Belleza es el resplandor del Ser». Experimentar la belleza de nuestra vida como permanente aprendizaje. Aquí nace la mejor música en la cual el Alma se siente a sus anchas, expresando a través de persona y cuerpo. El proceso no es fácil, pero nada es fácil. Crecer en vida, crecer en voluntad, crecer en realización de nuestros ideales… Atención!! Estamos prometiendo…

Tomá nuestras promesas como tomaríamos un relato de ciencia ficción. Aperturas de la mente para liberar la imaginación, y crear. Crear qué? Tus propios modos, tus propios acordes. Mucho estudio, mucha disciplina son a veces necesarios para liberar la imaginación. Afinarse y escuchar la propia música, algo bello para compartir. Y seguir siempre aprendiendo. Como es infinito el intercambio, y permanente, cada día nos descubre un nuevo desafío, un nuevo modo de compartir, nuevas fórmulas para descifrar nuestro misterio, y Ser.

la escala de la libertad sábado, Ago 21 2010 

infinitos

los caminos de la luz

y del sonido

las formas del sonido

los matices del color

del timbre

en cada ahora

enhebrados

linpiamente

con verdad

exacta proporción

perfumada

de libertad

es así el Amor

infinito espacio

infinito tiempo

para tus pruebas y errores

para tus alegres y trágicas

creaciones

es así

transparente

o muy densa

la escala de la vida

y de la muerte

despojándose

una y otra vez

de toda vanidad

de todo orgullo

sólo ser y dar

dar y ser

como respiración

acompasada

es así

la escala

de la plenitud

Secreto, apropiaciones y libertad en la Naturaleza jueves, Jul 8 2010 

Quizás este tema es muy pretencioso, pero como todo en nuestro Universo, es de libre acceso para quien se esfuerza por comprender. Vemos cómo han accedido a algunas de sus claves la ciencia y la tecnología. El humano ha desarrollado, para bien o para mal, una segunda naturaleza en el planeta. Para bien o para mal? Esto no vamos a discutirlo por ahora. Habría que analizar y comprender caso por caso, de lo general a lo particular, de lo particular a lo general, y cada uno puede llegar a una conclusión según su marco de referencia valorativo. Pero nos interesa subrayar el «libre acceso a las fuentes» que pone de manifiesto todo este proceso. Con o sin respeto por la naturaleza, por la humanidad y por cada ser individualmente considerado, se ha investigado y mutado la tierra, el agua, el aire y el fuego, para decirlo con palabras totalizadoras que utilizaría algún sabio antiguo visitándonos. Estamos sufriendo y también disfrrutando de los resultados de estas investigaciones y su aplicación práctica. Cada tanto nuestra Tierra respira hondo y nos tose, o nos vomita (ella como nosotros, en sus sagradas leyes, es libre), pero también nos acuna y sostiene con su nutritivo amor.

Imaginemos ahora una ciencia consciente y amorosa, respetuosa de la maravilla y el poder de recuperación de la naturaleza. Una conciencia insistentemente libre y solidaria, jugando a ser Dios y construyendo con verdadera inteligencia. Imaginemos miríadas de «hackers» minando alegremente la estructura pesada y vieja de lo creado con intereses ciegos y primitivos. Imaginemos un gran tornado de creadores introduciéndose en los vacíos que existen en la gran maquinaria de los involutivos, haciendo estallar y florecer semillas frescas, en traviesa complicidad con la madre Tierra y el padre Cielo. Imaginemos… estos «hackers», unidos, jamás serían vencidos.

Como sabemos, también se hacen intentos, a veces exitosos, de mutar y manipular las conciencias, pero aquí pienso que se han topado con una gran barrera y un freno. Las claves más profundas de cada ser humano sólo son accesibles a sí mismo. Puede acceder a ellas y compartirlas sólo si quiere. La manipulación del libre secreto de cada conciencia es imposible forzándola desde afuera. En este vacío de poder radica la gran posibilidad. El proyecto entonces sería conocer para jugar, y jugar limpio. Jugar creando y compartiendo. Con profundo respeto por las sagradas claves de Todo, y agradecimiento por la libertad de la Vida. Quizás de este modo Ella nos quiera compartir sus más secretas fuentes de regeneración.

paz-guerra y religiones – Matma Gandhi en «Mi Religión» miércoles, Jul 7 2010 

Islamismo

Considero que el slamismo es una relgión de paz, en el mismo sentido en que lo son el cristianismo, el budismo y el hinduísmo. Sin duda hay diferencias de grado, pero el objetivo último de estas religiones es la paz. En otro momentohe declarado que creo que los seguidores del Islam son demasiado libres con la espada. Pero eso no se debe a las enseñanzas del Corán. En mi opinión, se debe a las circunstancias en que surgió el islamismo. El cristianismo tiene en su contra un historial de sangre, no porque Jesús lo hubiera querido sino porque el ambiente que lo rodeó no era sensible a su excelsa enseñanza.

textos de Omraam Mikhaël Aïvanhov miércoles, Jul 7 2010 

(No es cuestión de andar buscando dificultades o sufrimientos, pero cuando aparecen… veamos lo que dice este maestro, con palabras sencillas y antiguas, pero muy verdaderas)

La inteligenca se desarrolla con las dificultades

Las dificultades, si sabemos utilizarlas, nos ofrecen las mejores oportunidades para desarrollarnos. Pero en lugar de estudiarlas y de buscar el medio de triufar de ellas, la mayor parte del tiempo nos ponemos a gemir, a llorar… Todo esto ocurre simplemente porque aún no hemos comprendido por qué el cerebro está situado en la parte más alta del cuerpo. Si lo hubiéramos comprendido en lugar de quedarnos abajo, en el corazón, en las emociones, en donde se sufre y se llora, nos esforzaríamos para elevarnos hasta la razón, la inteligencia, la luz.

Cuando tengan ganas de llorar, díganse: «Estoy de acuerdo, voy a satisfacerte: mira, incluso me preparo los pañuelos, pero espera un momento, antes voy a reflexionar». Entonces reflexionan, buscan y encuentran una solución mucho más deprisa que si se dejan llevar por su pena. De lo contrario, después de haberse estado lamentando durante tres o cuatro horas, cuando ya están agotados, aunque evidentemente están más calmados, sin embargo no avanzan, sino todo lo contrartio: han desaparecido las energías, pero subsisten las dificultades. Y al día siguiente, odo sigue igual… Así pues, en lugar de permitir que los absorban sus sentimientos, dejenlos a un lado e intenten alcanzar dentro de ustedes otra región, una región espiritual que es pura razón, pura sabiduría, pura luz.

Cada día disfrutamos de veinte o treinta oportunidades para ejercitarnos, ocasiones muy benéficas, con lo cual muchas circunstancias aparentemente desagradables contribuyen en realidad a nuestro bien. La vida es muy rica en cuanto a la forma de instruir a los seres humanos. Los sabios reflexionan mucho, se informan de todo, utilizándolo para el bien. Mientras que los demás, que no están iluminados, no saben aprovechar nada, e incluso en el supuestode que les sucedan cosas positivas, no sólo no saben verlas ni utilizarlas, sino que aún se las arreglan para que estas cosas se vuelvan contra ellos. Por consiguiente, si están conscientes, atentos, todas las pruebas contribuirán a su evolución, pues sabrán utilizarlas. Dirán»Así ésta es una estupenda ocasión!» y cuantas más ocasiones de este género tengan, más desarrollarán su lucidez, su perspicacio y su inteligencia.

Den gracias por las pruebas

….Sepan que debido al actual estado de desarrollo de la tierra y al grado de evolución en que se encuentra la humanidad, el hombre tiene que sufrir necesariamente. La tierra es como un lugar de corrección, y al mismo tiempo un centro de aprendizaje. El sufrimiento es pues inevitable, y si lo aceptan, ponen en actividad fuerzas escondidas que originan dentro de ustedes un trabajo inmenso.

Cuando atraviesan un momento difícil, díganse que puesto que son hijos de Dios, poseen dentro de ustedes los medios para superar esta prueba. Tenemos que amar las pruebas. Pero «amarlas» no significa buscarlas estúpidamente …, sino que sólo significa superarlas bien, y para superarlas bien tenemos que aprender a dar las gracias, a estar agradecidos, porque tienen un sentido.

……………………….

Es preciso comprender que debemos utilizar las dificultades y alegrarnos aunque no tengamos aparentemente ningún motivo para ello. Esta es una filosofía que les permitirá dominar, superar todas las dificultades, tener dominio sobre la vida, ser dueño de todas las situaciones. Y ante vuestro poder, vuestra fuerza del alma, la Providencia dirá: «quitenle este obstáculo, perdónenle este sufrimiento…» Y un día permitirá que sean librados de todo aquello que les estorba.

Las pruebas nosobligan a utilizar nuestros propios recursos

Muchos de los sufrimientos y de las pruebas que pasamos en la vida nos las envía el mundo invisible para obligarnos a utilizar las fuerzas espirituales que poseemos.. Cuando estamos saciados, somo ricos y estamos colmados de bienes, nos quedamos en la superficie de las cosas, mientras que la desolación y la tristeza nos empujan a interiorizarnos para encontrar nuevos recursos. El papel de la Iniciación es enseñar al hombre a penetrar en sí mismo para encontrar allí la verdadera riqueza, la verdadera fuerza, el verdadero sostén. En otro tiempo la Iniciación se hacía en los templos, ahora se realiza en la vida corriente y en los momentos en que menos lo esperamos. Pensarán: «Pero por qué el mundo invisible no nos previene con anticipación de las pruebas por las que tendremos que pasar?» Porque ante lo imprevisto nos vemos obligados a interiorizarnos más profundamente y a hacer mayores esfuerzos.

Tdos tendrán que atravesar pruebas, y es necesario que se alegren por ello, pues representan riquezas. Todos los que no han sufrido son muy pobres, no tienen colores para pintar sus cuadros, simbólicamente hablando. Pero el que ha sufrido puede utilizar todas las sensaciones que ha vivido para pintar cuadros. Los grandes genios, todos los que han realizado algo importante en su existencia, han sufrido mucho. Poseían una tinta negra, y de esa tinta negra han sacado los colores más bellos.
Piensen que los sufrimientos son pasajeros

Ante cada dificultad que se presente, díganse: «Oh, no durará mucho. Es sólo un momento, pasará enseguda» Se sorprenden? No piensan que esto puede ser eficaz? Sí, es una fórmula eficaz, yo lo he verificado. Sólo el pensar que las desgracias son pasajeras ayuda a soportarlas. Y por otra parte, así es, no durarán eternamente.

La lección de la ostra perlífera

¿Cómo se las arregla una ostra para fabricar una perla?. Al principio no es más que un grano de arena que ha caído en su concha, y este grano de arena es una dificultad para la ostra, la irrita. «Ah, se dice, cómo podría desembarazarme de él? Me raspa, me pica, qué hacer?» Entonces empieza a reflexionar, se concentra, medita, pide consejo, hasta el día en que comprende que nunca conseguirá eliminar ese grano de arena, pero que puedo envolverlo de manera que el grano se vuelva liso, pulido, aterciopelado. Y cuando consigue hacer esto es feliz. Se dice»Ah, he vencido una dificultad!»

Desde hace millares de años la ostra perlífera instruye a la humanidad, pero los hombres no han comprendido la lección. Y cuál es esta lección? Que si nosotros consiguiéramos envolver nuestras dificultades y lo que nos contraría en una materia luminosa, amorosa, irisada, btendríamos riquezas increíbles. Esto es lo que tenemos que comprender. Así pues, de ahora en adelante,, en lugar de quejarse y de quedarse ahí corroyéndose ante un acontecimiento penoso, ante una persona insoportable, alégrense diciendo: «Dios mío, qué suerte, de nuevo un grano de arena, ya tengo una nueva perla en perspectiva!» Si comprenden esta imagen de la ostra perlífera, tendrán trabajo para toda la vida.


LAS FLORES DE BACH domingo, Jul 4 2010 

«La luz que nunca se apaga», así se referían sus compañeros de hospital al laboratorio donde trabajaba el Dr. Edward Bach. Médico experimentado, formado en la más estricta disciplina académica en Inglaterra, buscaba desde sus comienzos una medicina que no causara daño ni sufrimientos, y que realmente lograra la curación descubriendo la más profunda raíz de lo que llamamos enfermedad. Tras años de lucha e investigación, cerró su exitoso consultorio, abandonó una lucrativa carrera como médico y catedrático de renombre, y se internó en la campiña de su Gales natal. Allí fue hallando, guiado por su gran sensibilidad y conocimiento de la naturaleza, las energías que operan desde lo puro y simple, el poder curativo de las flores que integrarían su sistema terapéutico.

Se trata de esencias de flores y árboles extraídas mediante procedimientos naturales. Según Bach, son flores de un nivel vibratorio más elevado que las plantas que tradicionalmente se usan en fitoterapia por sus cualidades bioquímicas. Su efecto consiste en equilibrar las emociones y la mente, eliminando tensiones, miedos y preocupaciones innecesarias, para así contribuir a la salud de la psiquis y el cuerpo. Decía de estos remedios que «curan, no porque ataquen a la enfermedad, sino porque inundan nuestros cuerpos con las bellas vibraciones de nuestra Naturaleza Superior en cuya presencia la enfermedad se disuelve como la nieve bajo la luz del sol».

Son medicamentos inocuos, no crean dependencia y no tienen contraindicación alguna. Pueden tomarse al mismo tiempo que cualquier otra medicación, homeopática y alopática. Son un excelente complemento para sistemas de sanación como la acupuntura, que también actúa sobre el nivel energético.

El diagnóstico y la elección de las flores adecuadas a cada caso se realiza sobre la base de lo que el paciente manifiesta acerca de sus estados de ánimo, temores, aspiraciones, y en general su problemática tal como la percibe en el momento de la consulta.

Veamos a grandes rasgos el fundamento filosófico de su medicina. Para el Dr. Bach la enfermedad tiene su origen en el plano energético, regido por las emociones y el pensamiento. Nuestra alma viene a esta vida parta adquirir experiencia y expresarse. Cuando la personalidad externa permite esta expresión, cuando en armonía con los mandatos y necesidades de nuestra alma o ser interior, vive y realiza la misión y el aprendizaje necesarios, estamos sanos. Si la personalidad interfiere, se opone, o permite que alguien interfiera en esta tarea, nos enfermamos. También desde este plano ético se desencadena a veces la enfermedad, cuando interferimos en las vida de otro y le causamos daño, o no le permitimos ser. Este sistema terapéutico apunta entonces a que uno tome conciencia del error que está cometiendo y origina el desequilibrio. Ayudado por el diálogo esclarecedor con el terapeuta, y las esencias florales que actúan sobre su mente y emociones, uno puede recuperar la armonía entre el alma y la personalidad. Vuelven así la salud y la alegría.

En este marco de referencia, la enfermedad tendría muchas veces una finalidad redentora. Nos llama la atención para que enmendemos nuestras fallas, que están trabando de alguna manera el despliegue de nuestra individualidad en esta vida, con el cuerpo material como laboratorio de expermentación y vehículo transitorio. No ponemos el acento entonces en sus causas materiales (bacterias, virus, traumatismos…) ni en la descripción y clasificación de los síntomas, sino en aquellas actitudes o emociones que nos vuelven vulnerables a la acción de elementos o fuerzas hostiles. La mirada al futuro que recomendaba Bach nos estimula a preguntar en cada caso para qué nos enfermamos. El paciente no es considerado «un caso» de «tal órgano enfermo», sino un ser buscando la integración de sus tres aspectos: alma, personalidad y cuerpo material. Y todo esto, que constituye su individualidad en evolución, apunta a estar en armonía con el Ser Mayor, la Gran Unidad de la cual todos formamos parte. Apunta para dar en el blanco, permanentemente móvil blanco de la vida sana, en paz y alegría.

Vemos entonces que la salud y la enfermedad son aspectos de la evolución del ser humano. El individuo en desarrollo y la humanidad. No nos podemos sanar solos. La sabiduría del Padre inscribió en nuestro ser profundo «Ama a tu prójimo como a tí mismo», y la conocida Regla de Oro mencionada por Jesucristo «Así como quieres que los hombres hagan contigo, haz tú con ellos». El aprendizaje y la curación se realizan en comunidad. Nadie está sano si es indiferente al sufrimiento de otro. La salud es una bendición en movimiento que se acrecienta al compartirla.

Ahora bien, la salud, en este sentido integral, es un bien que debe ser buscado por cada uno. Deseado, buscado y desarrollado libremente por el individuo, desde lo más íntimo. El libre albedrío es insoslayable: nada ni nadie puede interponerse entre el alma y la personalidad en este proyecto de aprendizaje y crecimiento, cuyo escenario de manifestación sería el cuerpo físico y la comunidad en que se expresa.

Según los libros de sabiduría de diferentes culturas, esta posibilidad de libre elección daría cuenta de lo que llamamos «el mal». No para juzgar sino para intentar comprender lo que a veces nos golpea con terrible fuerza y no podemos sino hacernos cargo, para esforzarnos en utilizarlo evolutivamente en lo que fuera posible a cada uno, según el lugar donde nos movamos, o al menos en nuestra propia vida. Hay responsabilidades individuales y colectivas, y nada con lo que tropecemos en esta vida es casual. «Dios no juega a los dados» diría alguien respecto a la naturaleza, quizás mucho menos haya casualidades en el mundo espiritual. Para Bach esta vida actual de cada uno no es más que un paso en un largo aprendizaje, «un día de colegio». A través de sucesivas encarnaciones el ser se va desarrollando, corrigiendo errores, hasta participar plenamente del Amor consciente para el cual fue creado. Cuando transitamos este proceso nadie, ni el Creador, puede forzarnos a crecer y ayudar a crecer a otros. Esto tiene que ser elegido, buscado, la mayoría de las veces un poco a ciegas, ya que lo que llamamos nuestra conciencia es sólo una ínfima parte de nuestro ser total. En este proceso también puede ayudarnos lo que llamamos «enfermedad» o «mal»: cuántos casos hay de cambios radicales de forma de sentir y actuar a partir de una enfermedad o crisis grave. Y la recuperación de la salud, o aún la liberadora muerte en su momento, puede significar que hemos comprendido y superado la prueba.

Todo es energía, todo es vibración. Esta afirmación puede parecer chocante para esquemas mentales que han quedado detenidos en una cosmovisión legada por el positivismo materialista. Para la nueva imagen de la naturaleza que se ha ido delineando después de Einstein, puede no resultar sólo «espiritual» o «místico» afirmar que las elevadas vibraciones de ciertas flores pueden curar nuestra mente y nuestro cuerpo.

En la naturaleza, para Bach, todo es simple, y comprendiendo y respetando esta simple belleza es como aprendemos a vivir y a sanar. Así nos dice: «No deje que la simplicidad de este método le impida utilizarlo, porque descubrirá que mientras más avancen sus investigaciones, más evidente se hará para usted la simplicidad de toda la creación».

simple como respirar sábado, Jul 3 2010 

simple

como respirar al aire libre

claro

como cielo sin nubes

a pleno sol

amigo

no caigas en las redes

de la complejidad

una flor

es a una estrella

como tu corazón

al gran todo

como un niño

confiado

sé capaz y valiente

para jugar

y cuando te compliques

…paciencia…

desenreda los hilos

rompe las telarañas

con tu espada de luz

y vuelve

al eterno juego de tu paz

insisteinsisteinsiste

sólo desde allí

vale la pena libremente

compartir

(con SL, je)

desde el lugar en blanco viernes, Jul 2 2010 

desde el lugar en blanco

en que te invoco

gran Padre que me habitas

también en mí

a veces

quisiera es cuchar tu voz

una

Voz

para mi mar de incertidumbre

y a veces

sólo escucho el silencio

es que tu protección

no desea forzar

mis libertades

tu silencio es

entonces

una nueva certeza

de tu amor

presente a cada instante

humilde

a mi necesidad

libertad: ser o nada? martes, Jun 29 2010 

La nuestra es una época libertaria. Libre comunicación, libre acceso a la información, libre navegación por los océanos virtuales. Cada uno librado a su afinidad, a su propio criterio de discernimiento y selección.

«Desconfío» puede decir cada quién ante cualquier «verdad absoluta» que se presente como un mazazo con la fuerza de la «evidencia». Evidencia para quién, y según qué parámetros? La globalización hace pequeños nuestros antiguos «absolutos», relativiza nuestros conceptos de «progreso» y «superioridad» en relación a maneras de concebir la realidad e interactuar con ella creativamente.

Por ejemplo, podemos preguntarnos:

cuál es la mejor forma de sanarnos?

cuál es la mejor manera de organizarnos grupalmente?

cuál es el camino más seguro y claro para educar y educarnos?

cómo vivir, para qué vivir, a qué vale la pena dedicar el propio esfuerzo, la propia vida?

No sé a ustedes, pero a mí, antes de emitir cualquier respuesta a estas preguntas, me nace un rotundo «depende». Y no se trata de un alegre o despreocupado relativismo donde «de pronto todo vale», o como dicen los chicos «cuál es?». No, la posibilidad de ejercer la propia libertad, al menos en cuanto a libre decisión interior, lleva como su opuesto (supuesto) implícito una absoluta necesidad de fundamento real para cualquier respuesta que nos demos.

Cómo sería un fundamento real que nazca y se pare como un niño descubriendo la vida, con los ojos bien abiertos, flotando seguro en el océano de virtualidades?

Ser o no ser? Mi fundamento diría «Ser». Plenitud o nada? Mi fundamento, ahora, diría «plenitud». La sobreabundancia de la vida a veces se hace presente en nuestro sentir, y damos estas respuestas… Pero también están las del vacío, el necesario «no ser», «ya no ser más», lo que se nos ha mostrado como ilusorio o insano.

Quizás es ésta una época análoga a la de Descartes, cuando nacía un mundo nuevo y era necesario y sano ejercitar una buena dosis de «duda metódica». Nuestro aspecto de naturaleza nos exige destruir para dar lugar a nuevos nacimientos, y pocas actitudes más demoledoras que la duda. Dudar es en cierto sentido saber que somos limitados y mortales, al menos en una faceta de nuestro ser, y que estamos en evolución. Entonces, aunque abracemos una religión, una postura filosófica o política, una ideología, lo que sea que proporcione un marco de referencia a nuestras elecciones y actos, una hendija por donde se cuela la duda suele ser saludable…

Pero esto que siento ahora es más poderoso: es como estar en medio de un tornado de soledades, gritando sin embargo «yo soy», «nosotros somos», y una gran fogata en el corazón iluminando toda noche, y esperando confiada y con certeza un nuevo amanecer.

(esto fue escrito el 27-6-2010, bajo conjunción Urano-Júpiter en Aries, en oposición Saturno en Libra ;), me dí cuenta de esto bastante después de haberlo escrito)

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